Vida nueva
El deseo de la liturgia es que durante el Tiempo Pascual, vayamos profundizando el sentido de nuestro bautismo, que quiere decir profundizar el sentido de la vida cristiana.
Pongo un ejemplo que nos ayuda
a entender lo que pasó en nuestro bautismo;
el hierro es duro, es inflexible, es frío, pero cuando entra en contacto con fuego,
cambian sus propiedades, y pasa a ser
flexible, luminoso, desprende calor. Ha perdido sus propiedades originales y ha
cogido las del fuego.
Lo mismo pasa en el bautismo.
Nuestra naturaleza, por el pecado original, tiende al egoísmo, a ir a la nuestra.
Pero, cuando nuestra naturaleza entra en contacto con la naturaleza divina, va
perdiendo sus propiedades iniciales (egoísmo) y va cogiendo las propiedades de
la naturaleza de Dios, y Dios es amor.
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