Una fiesta entranable
Todas las edades, condiciones, realidades eclesiales estaban representadas el domingo en nuestra Casa celebrando nuestra fiesta anual. 130 personas sin contar a los peques.
El P. Claudio Rathelot venido de Francia con los dos postulantes CPCR y la Hna. M Lourdes, animo la jornada bajo el tema "La fe mueve montanas".
El P. Cueto y el P. Enrique estuvieron acogiendo a la gente en entera disponibilidad para las consultas y confesiones toda la jornada.
Juan y Habib acompanaron desde Madrid al P. Enrique para animar la jornada de los jovenes quienes quedaron muy contentos de su testimonio y de lo que vivieron con ellos. Gracias de corazon a cada uno.
Para los peques esta vez tuvieron dos maestros especializados en animacion teatral: Xavi y Ana quienes les ayudaron entre juegos y mucho amor a preparar las escenas del Rosario que representaron por la tarde en el parque.
Juan y Habib acompanaron desde Madrid al P. Enrique para animar la jornada de los jovenes quienes quedaron muy contentos de su testimonio y de lo que vivieron con ellos. Gracias de corazon a cada uno.
Para los peques esta vez tuvieron dos maestros especializados en animacion teatral: Xavi y Ana quienes les ayudaron entre juegos y mucho amor a preparar las escenas del Rosario que representaron por la tarde en el parque.
Durante la Eucaristia fueron nuestros queridos Jonathan y Béa quienes animaron los cantos. En la Capilla y Sala grande no se cabia.
La comida fue entranable preparada con tanto carino por nuestro fiel y formidable equipo de cocina que fundo Hna M Rafael ya hace varias décadas. Gracias también a las mujeres que con tanta generosidad y esmero colaboraron en el servicio.
Los testimonios de la sobremesa fueron de calidad sobre la Obra de Ejercicios, una conversion operada en estos, los cantos de Juan y Edwin, y para concluir un poema de Joseph Fluriach dedicado a la mujer.
El Rezo del Santo Rosario fue muy especial con los ninos que representaron los misterios con mucho esmero.
Y tras la foto de grupo las despedidas
costaron bastante. Habiamos pasado una jornada juntos tan hermosa que el "hasta otra" salia dificilmente.
Gracias de corazon a todos los que habéils contribuido a hacer de esta jornada algo grande y hermoso para que todos se sientan felices y màs cerca de Dios.
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A la hora de expresarse tengamos en cuenta la ley de la Caridad