Patrón universal

   Lo mismo que la tradición de la Iglesia dedica a María el mes de mayo, también San José tiene el mes de marzo a él consagrado para que tomemeos tiempo de contemplarle, imitarle, rezarle y descubrirle con mayor intensidad él que es el patrón y modelo universal.
   ¿Patrón universal? Sí.
   Patrón de los padres y esposos, es obvio. Pero también de los hijos, no sólo porque podemos bien considerar que fue un buen hijo, sino que se mostró docil y confiante a los designios del Padre de los cielos.
Patrón de los formadores, patrón de los seminarios, El que formó en humanidad al Hijo de Dios.
   Patrón de los trabajadores, él el carpintero de Nazareth. De los empresarios, pues sabemos que el carpintero en aquellos tiempos era el manitas del pueblo, y podía tener empleados. En todo caso José tubo una: su Hijo Jesús.
  Patrón de los emigrantes, de los sin hogar, en sus camino hacia Belén primero, la tierra de Egypto después.
  Patrón de la vida interior, de la vida espiritual, El que vivió de una fe extraordinaria viendo en un niño cualquiera al Hijo de Dios. ¡Qué intimidad  y complicidad con Jesús y María! Qué docilidad vemos en los evangelios, a la voluntad manifiesta de Dios.
   Patrón de los moribundos, o de la Buena muerte, pues tuvo el privilegio de morir junto a las dos personas más santas: Jesús y María.

 
  En este mes no dudemos en confiarle todas nuestras necesidades materiales y espirituales, que no desdeñará de ayudarnos. 

 

 

  "Meditemos sobre la persona, acciones y palabras del santísimo Patriarca; ea, tomad de él modelo; imitad las virtudes y perfección de tan simpático ejemplar. Aprovechad la oportunidad del mes de marzo, tiempo además de Cuaresma, para imponeros algunos de esos pequeños sacrificios, que aún siendo pequeños y momentáneos, nos han de permitir hacer cosas grandes, y lucrar para la eternidad méritos todos divinos, todos sin fin."

P. Vallet, Avanzar de febrero 1947