Educacion para la ciudadania
El Anteproyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa,
que reforma la actual Ley Orgánica de Educación (LOE), está listo y
podría ser aprobado en el Consejo de Ministros que se celebra hoy.
Posteriormente, deberá pasar el trámite parlamentario para convertirse
en norma legal vigente.
El texto del anteproyecto que, con mucha probabilidad, determinará el sistema educativo durante los próximos años prescinde de la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) en todos los cursos escolares y en sus distintas denominaciones (Educación ético-cívica. Filosofía y Ciudadanía).
«Se trata», asegura Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, «de una gran noticia y del fin de una batalla que dura ya seis años. La última medida adoptada por el Gobierno en relación con EpC ha sido bastante desconcertante: un real decreto de maquillaje de contenidos en pleno mes de agosto, creando un gran desconcierto en la comunidad educativa y generando las críticas de todos».
Profesionales por la Ética ha tenido ocasión de analizar el texto del anteproyecto y señala como positivos para la libertad de educación estos otros aspectos:
El texto del anteproyecto incorpora una nueva asignatura, Educación cívica y constitucional, que se impartirá en 2º de ESO. «Es pronto para valorarla», afirma Urcelay, «porque no conocemos su contenido. Lógicamente, si se trata de conocer nuestro sistema político y jurídico, el ordenamiento legal y el funcionamiento de las instituciones democráticas sin pretensiones adoctrinadoras ni afán por modelar las conciencias de los alumnos no tendremos nada que objetar». El anteproyecto de ley, además de incluir esta nueva materia escolar, establece que la «educación cívica y constitucional se trabajará en todas las áreas», es decir que tendrá un carácter transversal.
No obstante, para Profesionales por la Ética queda un asunto por resolver. Se trata del perjuicio académico que han sufrido numerosos alumnos objetores a Educación para la Ciudadanía, a los que, en muchos casos, se ha marginado, menospreciado y obligado a repetir curso por haber objetado a esta polémica materia escolar.«Es un problema que no puede quedar sin respuesta; su sacrificio ha sido por la libertad de todos y no merecen un castigo en su curriculum sino un reconocimiento social», concluye Urcelay.
El texto del anteproyecto que, con mucha probabilidad, determinará el sistema educativo durante los próximos años prescinde de la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) en todos los cursos escolares y en sus distintas denominaciones (Educación ético-cívica. Filosofía y Ciudadanía).
«Se trata», asegura Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, «de una gran noticia y del fin de una batalla que dura ya seis años. La última medida adoptada por el Gobierno en relación con EpC ha sido bastante desconcertante: un real decreto de maquillaje de contenidos en pleno mes de agosto, creando un gran desconcierto en la comunidad educativa y generando las críticas de todos».
Profesionales por la Ética ha tenido ocasión de analizar el texto del anteproyecto y señala como positivos para la libertad de educación estos otros aspectos:
- Ha desaparecido la jerga ideológica de la LOE que incluía, entre los fines de la educación, «el desarrollo de las capacidades afectivas del alumnado o el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual». El anteproyecto de la nueva define la educación como el «medio para facilitar el desarrollo personal y la integración social».
- Las enseñanzas mínimas establecidas por el Estado tendrán más peso en el curriculum escolar porque requerirán el 65 por ciento de los horarios escolares para las Comunidades Autónomas que tengan lengua cooficial y el 75 por ciento para aquéllas que no la tengan. En la LOE se dedicaban menos horas a los contenidos comunes a toda España (55 y 65). Además, a diferencia de la LOE, en el nuevo texto se define el Sistema Educativo Español como el conjunto de agentes, públicos y privados, que desarrollan funciones de regulación, de financiación o de prestación del servicio de la educación en España. «De esta manera», afirma Urcelay, «se favorece la cohesión social, la unidad entre los españoles y unos parámetros mínimos de calidad desde unos presupuestos educativos básicos comunes».
El texto del anteproyecto incorpora una nueva asignatura, Educación cívica y constitucional, que se impartirá en 2º de ESO. «Es pronto para valorarla», afirma Urcelay, «porque no conocemos su contenido. Lógicamente, si se trata de conocer nuestro sistema político y jurídico, el ordenamiento legal y el funcionamiento de las instituciones democráticas sin pretensiones adoctrinadoras ni afán por modelar las conciencias de los alumnos no tendremos nada que objetar». El anteproyecto de ley, además de incluir esta nueva materia escolar, establece que la «educación cívica y constitucional se trabajará en todas las áreas», es decir que tendrá un carácter transversal.
No obstante, para Profesionales por la Ética queda un asunto por resolver. Se trata del perjuicio académico que han sufrido numerosos alumnos objetores a Educación para la Ciudadanía, a los que, en muchos casos, se ha marginado, menospreciado y obligado a repetir curso por haber objetado a esta polémica materia escolar.«Es un problema que no puede quedar sin respuesta; su sacrificio ha sido por la libertad de todos y no merecen un castigo en su curriculum sino un reconocimiento social», concluye Urcelay.
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