TRAS EL PADRE VALLET EN MANRESA Y MONTSERRAT

El grupo con el P. Cueto en la Capilla del Colegio de Sarriá
La jornada ha sido 'super' hermosa en una Barcelona soleada y cálida.
Después de una visita a la Sagrada Familia (donde hemos entrado y gozado) sin ninguna dificultad hemos seguido el circuito propuesto en pos de lugares que han marcado la vida de nuestro Fundador.
Luis Guinart ha sido nuestro buen ángel, que nos ha acompañado y guiado con mucho cariño. Con él hemos compartido una buena comida que las hermanas nos habían preparado con mucho afecto, junto al Puerto de Barcelona. Gracias Luis, te estamos muy, muy agradecidas.
Junto al Puerto con Luis
 
Hemos intentado ahogar a nuestra fotógrafa sin demasiado éxito.
El Señor nos ha mimado mucho en este día de peregrinación, que cómo os decíamos ayer ha culminado con la Eucariastía en Sarriá. 

Casa de ejercicios en Manresa
   Mañana partiremos rumbo a Manresa donde queremos dar una mayor prioridad a la oración en los diversos lugares  de nuestro recorrido.
   Si en tiempos de San Ignacio Manresa era un pueblecito de unos mil habitantes, en nuestros días Manresa cuenta con más de 75.000. Es aquí y en el Monasterio de Montserrat donde hoy haremos memoria del P. Vallet.  
   Para el padre Vallet, como para San Ignacio, Manresa fue un lugar de gracias particulares. Pero veamos en que estado de espíritu llegó aquí el joven Paco Vallet en 1907:  
   "Hasta tal punto llegó a desarrollarse en mí (joven mundano, animado y comunicativo) el gusto por la soledad y el silencio, por la contemplación y oración, que sin conocer los Ejercicios Espirituales 'cerrados' de los que nunca había oído hablar… llegué casi a inventarlos: buscaba en efecto salir de mi casa y familia …, soñaba en pensar en pensar una temporada en una villa en el campo, creyendo que había de salir de aquel tratamiento del todo cambiado, regenerado, resucitado.
Comprendía que había de morir mi yo de entonces, no sabía yo la expresión del hombre viejo-, llamaba a la realización de mis misteriosos deseos 'mi suicidio'…
Y la villa deseada se ofreció y fue un lugar santificado por un héroe, quien me daba trazadas además con maestría sin igual, normas de combate singular, y había de conducirme a una muerte en que había de ser deshecho y enterrado todo un mundo de niñerías, de nonadas, de fantasías amalgamadas con las más tontas falsedades aglutinadas con las más inconsistentes e incoherentes convenciones.
Y Yo presentía mi muerte, 'mi suicidio'; tuve momentos de vacilación; pasé por situaciones de miedo y de terror desgarrábase mi corazón sintiéndose arrancar de seres, de costumbres, de medios ambientes; de una vida en fin a la que me hallaba arraigado…"

   El 25 de febrero Paco comienza los Ejercicios. Se los dirige el P. Mariano Esturí, un joven jesuita que está ultimando su formación, en la "Santa Cueva".Los hará solo. No sabemos con precisión durante cuantos días. Parece que al comenzarlos se pensaba en cinco. Después se prolongaron.
   He aquí algunas afirmaciones de sus notas íntimas sobre lo que fue esta experiencia de Manresa.
   "Y en la villa aquella solitaria, donde a la razón me hallé solo, haciendo Ejercicios, me di muerte, me dieron la muerte. No, no fue un suicidio, aunque sí una muerte. Pero alguien me la dio que supo destruir en mi tanta pasión, disipar tantas nieblas, deshacer tantos prejuicios, humillar tanta soberbia, someter tamaña rebeldía...
   Ni yo mismo me conocía; cómo habían de conocerme mi padre, mi madre, mis hermanos; no conocía al mundo, creí que él también se había transformado. Aquí si me hubo una real metempsicosis. Se había obrado un milagro… Muerto, vivía más intensa vida que nunca, sentíame henchido de alegría y gozaba de una paz indescriptible. Nunca había amado tanto ni tan ardorosamente. Y era libre. Me poseía dueño de mi mismo. Nada me costó dejar al mundo, a la familia, a mi ciudad, a mis antiguas ilusiones…Era libre, era dueño de mi mismo y…vivía. Vivía verdad, vivía esperanza, vivía paz, vivía caridad" .
    "Y yo me transformé: soy un prodigio de vuestra misericordia y bondad. Aunque no fui yo quien dejó las cosas, sino Vos, abrazándome y conduciéndome a Manresa, me las apartasteis con suavidad extraña y prodigiosa. "  
Santa Cueva de Manresa
     "En Manresa, el fruto de los Ejercicios fue uno: una gran conformidad con la voluntad de Dios, y amor a ella y deseo de ella, con viva fe y caridad por ella, fuese la que fuese. "    Y en 1930 escribía: "Cómo salí, Dios lo sabe... Lo que sí puedo decir es que allí yo hallé lo que en vano había ido buscando por doquier en mi vida pasada...    Allí hallé mi vida, mi felicidad... Allí hallé, con ilustraciones que no creo de este mundo, la posesión de la verdad, el verdadero amor, la esperanza por las que suspiraba...Allí hallé el porqué de mi existencia, allí el fin de mi creación...
    La transformación que en sólo ocho días se operó en mí era algo inexplicable...Llegose a cambiar mi faz, mi aspecto...Yo mismo no me conocía, ni conocía al mundo, que había muerto ya para mi corazón y veía como algo extraño, descompuesto, a lo que me consideraba ajeno...
Yo me sentía libre: con la alegría del preso que siente abrirse las puertas de la cárcel y caerse los grillos y cadenas con los que yacía aprisionado...Yo me sentía libre...
    Me hallé fuerte, capaz no de tomar resoluciones, sino de cumplirlas, pero con facilidad... Y las tomé. Se admiraron los míos; un respeto inexplicable les contuvo, para no detenerme en nada... Veían en mí algo superior a mí... Tome trascendentales resoluciones ¡y para toda la vida!
Dejé el mundo; dejé dinero, negocios, cariños... Corrí a la realización de aquella vocación que había sentido desde siempre latente en todo mi ser: la comunicación del bien a mis semejantes..., la salvación de los hombres... 
   Pero desde aquel punto, mi vocación se había concretado y definido; una pasión se había despertado en mi corazón: la de comunicar el bien de los Ejercicios espirituales a todo el mundo. "    
   Para consagrar la vida a la difusión de los Ejercicios espirituales en aquel entonces, lo obvio era hacerse jesuita. Por eso Paco decide entrar en la Compañía de Jesús.  
San Ignacio yacente en la Iglesia del Rapto

   Terminados los Ejercicios, sale de la "Santa cueva" y se dirige a la "Iglesia del rapto. "Un monaguillo me condujo a la iglesia del Rapto… (en el hospital Sta. Lucía). Ante el yacente de San Ignacio, quise rezar solo. Con la resolución firme de consagrar toda mi vida a estos Ejercicios que acababan de descubrirme un mundo nuevo y revelarme la mas real, objetividad de la religión cristiana; me sentí hijo del Peregrino, hijo espiritual que el santo acababa de volver a hacer nacer por medio de esos maravillosos y fecundos Ejercicios espirituales

   Allí, de rodillas, renueva su sí a la vocación percibida en los Ejercicios: consagrar su vida al ministerio de los hombres.

   En el otoño de 1921 comienza la última fase de su formación en la Compañía de Jésús: la tercera prueba. ¡Cuánta alegría le da al P.Vallet regresar a Manresa, la localidad en donde San Ignacio había tenido la inspiración de los Ejercicios, en donde él mismo se había convertido y había decidido consagrarse a su vida! Además, este último año coincide con el cuarto centenario del paso del santo por Montserrat y Manresa. 

   Durante ese año algunas actividades apostólicas estarán presentes. Los días 1, 2 y 3 de diciembre, el P. Vallet predica el triduo de la Inmaculada Concepción a los miembros de la Congregación marial de la ciudad. Y siente que tiene que hablar de los Ejercicios; de hecho, en ese momento desarrolla ya todo el plan de la Obra de Ejercicios que ya comienza a entrever.  
  El día 14 de agosto de 1922, se le presenta una buena señora. Viene a ofrecerse para organizar un grupo de mujeres que puedan colaborar, reclutando y aportando alguna ayuda económica, en la Obra de Ejercicios para hombres. Quiere poner el grupo, o como entonces se decía, coro, bajo la advocación del Corazón de Jesús. Así lo recoge él en sus apuntes. Cabe preguntarse, sin embargo, si la idea no ha sido lanzada por él mismo en sus sermones. En todo caso, acepta la proposición de mil amores, porque coincide totalmente con sus proyectos: en la conquista del hombre para Cristo tienen que colaborar todos los miembros de la familia, mujeres y niños. Más aún, para esa conquista se necesitarán todas las energías humanas, naturales y sobrenaturales. Cuando comience sus campañas de Ejercicios, no dejará de pedir oraciones a las monjitas de los conventos, a los enfermos de los hospitales y a los ancianos de los asilos. Ese día, pues, nacen esos 'coros', que pronto tomarán el nombre de 'Reuniones Íntimas de Señoras', hoy 'Señoras auxiliares'.
   En julio de 1922, se le nombra director de la casa de Ejercicios de Manresa. Desde el 4 de septiembre, dirige un retiro al que le seguirán otros. Pero el P. Vallet no se va a quedar en esa ciudad, esperando que los hombres vengan a meterse en el silencio de una casa prevista para eso.  
   El 20 de mayo de 1923, domingo de Pentecostés, al final de la campaña de Cervera, muchos ejercitantes y sus familias se reúnen en Manresa. Venían de la Segarra, y de san Andrés del Palomar. No fue una reunión en forma, sin embargo el P. Vallet y sus colaboradores la consideraron siempre como la primera Asamblea de la O.E.P.(Obra de los Ejercicios Parroquiales)
Iglesia de san Ignacio en Manresa
   El 2 de febrero de 1924, en la Iglesia de San Ignacio, (destruida por los Rojos) el P. Vallet pronunció sus votos definitivos como coadjutor espiritual de la Compañía de Jesús. Habitualmente era una fiesta íntima. Pero el Padre había ya adquirido una tal popularidad por la propagación de los ejercicios en Cataluña que no solamente estuvo rodeado de su familia sino además por un gran número de ejercitantes y delegaciones de diversas ligas que llenaban la iglesia.

La montaña de Montserrat
   Es a los pies de Ntra. Sra. de Montserrat que unos 700 ejercitantes y sus familias se reunieron para la segunda Asamblea de la Obra en el mes de marzo de 1924.
   La Obra llegaba a 1.500 ejercitantes y existía desde algo más de un ano.
La asamblea estaba presidida por el Obispo de Solsona. A partir de ese momento « Perseverancia » vino a ser la revista de toda la Obra de Cataluña.
   La tercera asamblea de la Obra también tuvo lugar en el santuario de la Moreneta. Duró tres días. Fué presidida por tres Obispos: de Tarragona, Solsona y Urgell ; participaron unos 900 ejercitantes y sus familias.
  Aquí se promulgó el reglamento de las Ligas Parroquiales de perseverancia

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