Hay días en la existencia humana
Hay días en la existencia humana,
en los cuales los santos,
nuestros amigos y patronos no bastan.
¡Y que esto no ofenda a nadie!...
Entonces hay que armarse de valor.
Y dirigirse directamente a aquella que está por encima de todo.
Tener valor.
Una vez:
¡Y que esto no ofenda a nadie!...
Entonces hay que armarse de valor.
Y dirigirse directamente a aquella que está por encima de todo.
Tener valor.
Una vez:
dirigirse a aquella que es infinitamente hermosa.
porque es también infinitamente buena.
A aquella que intercede.
La única que puede hablar de la autoridad de una Madre.
Dirigirse a Aquella que es infinitamente pura,
porque es infinitamente delicada.
A aquella que es infinitamente rica,
porque es infinitamente pobre.
A aquella que está infinitamente elevada,
porque estuvo también infinitamente abajada.
A aquella que es infinitamente grande,
porque es también infinitamente pequeña,
infinitamente humilde,
una joven madre.
A aquella que es toda Grandeza, toda Fe,
porque es también toda caridad.
A Aquella que es toda Fe y toda Caridad,
porque es también toda ella Esperanza.
porque es también infinitamente buena.
A aquella que intercede.
La única que puede hablar de la autoridad de una Madre.
Dirigirse a Aquella que es infinitamente pura,
porque es infinitamente delicada.
A aquella que es infinitamente rica,
porque es infinitamente pobre.
A aquella que está infinitamente elevada,
porque estuvo también infinitamente abajada.
A aquella que es infinitamente grande,
porque es también infinitamente pequeña,
infinitamente humilde,
una joven madre.
A aquella que es toda Grandeza, toda Fe,
porque es también toda caridad.
A Aquella que es toda Fe y toda Caridad,
porque es también toda ella Esperanza.
Charles Péguy
Comentarios
Publicar un comentario
A la hora de expresarse tengamos en cuenta la ley de la Caridad