TESTIMONIO DE UN LAICO CPCR


   Como os anunciábamos la semana pasada, hemos concluído el año con una hermosa, aunque no nuemerosa, tanda de Ejercicios espirituales. Esta vez es Inocencio García Hervàs, el 'monaguillo del P. Cueto', como él mismo se denomina, que nos compartirá algo sobre lo vivido en estos Ejercicios. 
    Inocencio, desde hace ya bastantes años ayuda a los Cooperadores, y más frecuentemente al P. Cueto en la predicación y dirección de las tandas de Ejercicios. Los kilómetros que separan Cuenca de Caldes no son ningún obstáculo para este amigo y colaborador fiel.

   "Para mi, ser el monaguillo del Padre José M. Fernandez-Cueto es una gracia inmerecida de las muchas que Dios me concede y a las que yo creo, no sé responder adecuadamente. Me siento totalmente feliz siendo su ayudante y sintiendo que Dios se sirve de mi pobre ser y mis pobres palabras, para llevar algo de paz a seres, a personas que vienen a buscarla en unos Ejercicios Espirituales.         

    
   En los Ejercicios Espirituales, veo la Misericordia de Dios, la grandeza de Dios, su amor a los hombres, y sobrde todo la acción del Espiritu Santo, algo por lo cual se puede hacer cualquier sacrificio, incluso entregar toda una vida (como asi lo hacen Usdes. Cooperadores/as.)   
   Esta es una gran mision para quien quiere servir a Cristo. Yo me siento plenamente feliz ayudando, aunque solo sea quitando los cubiertos de la mesa.
   Mi estancia en Caldas, me sirve para realizar, tambien yo mismo, los  Ejercicios. Intento prepararme bien y por lo tanto meterme en ellos y vivirlos. Me sirven como una renovación espiritual y un comenzar de nuevo, por lo tanto una nueva gracia de Dios, que espero con impaciencia cada vez que se acerca el momento: la llamada del Padre Cueto es para mi como agua caída del cielo.
  Mi relacion con los Cooperadores Parroquiales, ayudarles en lo que puedo, me hace vivir la vida de otra manera, con otra orientacion, más sentida y orientada hacia nuestro Padre Dios y hacia nuestro Señor Jesucristo. Eso no quiere decir que no haya tropiezos en mi vida, que los hay, pero siempre encuentro la Mano tendida de Dios que me ayuda a levantarme y a seguir adelante con renovado espiritu.

   Esta tanda; no es una tanda más, ninguna es una más, todas tienen su peculiaridad y su novedad. En esta la alegria de la juventud se impone con el hijo de Serra ( que si Dios quiere será futuro sacerdote) y los demás pues tambien tienen su peculiaridad han aprovechado, como siempre, esta gracia especial que son unos Ejercicio Ignacianos en completo silencio..
  Demos gracias a Dios por todo ello."

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