REGENERADA


   De los días de Ejercicios, he pasado desde hace algún día a los ejercicios de cada día. Y muy naturalmente, puesto que el Señor que me ha estado mimando durante 8 días de intimidad con El, no me deja de su mano, ni me dejará, estoy muy segura. "Sé de quien me he fiado", compartía con mis hermanas al acabar esta experiencia.
  Y puesto que algunos queréis saber cómo me ha ido, y muchos sois los que me habéis encomendado en estos días os voy a decir que la palabra re-ge-ne-ra-da que una de vosotros empleaba al pedirme noticias, sintetiza muy bien esta experiencia de encuentro con el Señor. Yo no dejo de admirarme a cada vez, y yo diría cada vez más, de cómo el Señor nos da a cada momento lo que más necesitamos, unificando de una manera admirable nuestra vida. Nada, que el Señor no deja de sorprendernos, y siempre nos pilla.




   He sido muy sensible a la gratuidad del amor del Señor por mí. Sabe perfectamente lo que soy, sabe de mi fragilidad. Y sin embargo, tantos años de fidelidad, de mimo, de no soltarme a pesar de que yo vaya un poco 'a mi bola'. 
   La predicación del Padre Ibo Bochatay me ha gustado mucho, aunque fuera "en conserva" (es decir gravada). He apreciado su celo misionero contagioso, arraigado en un amor apasionado por Cristo. Un celo al alcance de todos los que están en la retaguardia como de los que están en el frente, porque se trata de testimoniar en toda circunstancia del Amor. ¡Gracias Padre y que el Señor continúe ayudándolo a inflamar las tierras africanas! También la solicitud del acompañamiento espiritual del P. Cueto ha sido muy benéfica.
   ¡Si los hombres supieran lo que ganarían en felicidad, paz, serenidad, sinceridad, Amor dejando varios días las obligaciones cotidianas para dedicarse al Señor, para dejarse amar e iluminar por El! Francamente, nuestro mundo no sería el mismo.

   ¡¡¡Gracias!!!!
   Gracias que no dejo de dar al Señor por su actuación amorosa de cada instante. 
   Pero también gracias a los que habéis colaborado conmigo en esta gracia recibida. Os deseo a todos los que esto leéis, que Jesús os conceda también a vosotros lo antes posible la gracia de retiraros con El, para que vuestras vidas se transformen. Lo que nosotros podemos es bien poca cosa comparado con lo que puede El.
   ¡Que El os bendiga a todos por el Corazón de su Madre amantísima y de San José, la Trinidad de la tierra!

Comentarios

Entradas populares