Una mirada serena
Tu mirada serena es siempre una ventana que nos abre a la esperanza.
Tu corazón, como el de tu Hijo, siempre abierto,
nos recuerda que también nosotros
debemos abrirnos sin medida a la misericordia de Dios.
Madre, en esta vida ayúdanos a saber florecer
allí donde se nos siembre
y a dar la vida allí donde se nos necesite.
Tu corazón, como el de tu Hijo, siempre abierto,
nos recuerda que también nosotros
debemos abrirnos sin medida a la misericordia de Dios.
Madre, en esta vida ayúdanos a saber florecer
allí donde se nos siembre
y a dar la vida allí donde se nos necesite.
Monseñor Francisco Cerro
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