Fin de vacaciones

LLívia

 ¡Qué pronto se pasan las vacaciones!!!!

Tres semanas como si fueran un sólo día. Pero las hemos disfrutado bien: con oración, paseos, descanso, más esparcimiento y vida comunitaria.

Capilla improvisada en nuestra casa

Unmomento de lectura espiritual

En cuanto a la meteo no escatimó nada para que tuviéramos de todo: sol, calor, lluvia, frío, tormentas,... y casi nieve. Nunca habíamos visto tanta nieve en las cercanas montañas pirenáicas.

Tampoco faltó la tradicional visita de nuestros insignes bienhechores que nos procuran estas vacaiones casi de lujo: la familia Guinart. ¡Qué recuerdos tan simpáticos y entrañables guardamos siempre de los momentos compartidos juntos!

Como siempre concluímos nuestro encuentro anual en Llívia rezando el Rosario en el Oratorio. ¡Un misterio cada uno!

Hna. Mª Lourdes no pudo estar todo el tiempo en LLívia con sus hermanas y pasó 15 días en Francia, también descansando lo necesario en un rincón perdido de la Haute Loire. Oración, vida comunitaria, paseos en los bosques de la región. Recibió la grata visita de Nathalie Wolff, su amiga de origen judío cuyo testimonio muchos conocéis.

Todo providencial para el campo de trabajo con jóvenes este verano, pues en la Chaise Dieu encontró el picapedrero necesario para construir el Manto a la Virgen: Jean Marc Lambert, formador en una escuela de talla de piedra para jóvenes.  

Jean Marc au travail

Un momento importante también fue el encuentro que tuvo en San Pal de Chalancon con el P. François Lefort, sacerdote, médico humanitario en la asociación médicos sin fronteras, condenado injustamente por delitos de pedofilia. Nos contó de manera emocionante e interesante su experiencia al servicio de los hombres, su experiencia carcelaria de 8 años. 

Descubrimos en él "un aventurero de Dios", y un gran amante del hombre. Este encuentro nos marcó mucho, pues sentimos en él a un hombre muy especial, a un hombre de Dios, a un santo del siglo XXI.

Y ya estamos aterrizando. Esperando recibir en nuestra casa a todos aquellos que deseen o necesiten un encuentro íntimo con el Señor de la Vida y de la esperanza.