ALEJAD DE VOSOTROS ESA PUERIL TIMIDEZ


Alejad, de vosotros esa pueril timidez, esos caprichos extravagantes, esa melancolía que atrofia; honrad la religión con vuestra vida. Dad fe, mejor con vuestros actos que con vuestras predicaciones.
Haced comprensible a las almas tímidas y acongojadas que Dios no las ha llamado para dura servidumbre, sino para santa libertad; que esta libertad es el atributo de su Espíritu que habita en ellas, pero cuya acción se estorba por el apocamiento; que esta libertad es la fuente de nuestra dicha en esta vida, y esta fuente crece al paso que prosperamos en la virtud, a la manera que subiendo una montaña se respira un aire cada vez más puro y todo el sistema nervioso funciona con más libertad. 

Paul W. von Keppler






Comentarios

Entradas populares