Retiro familiar: recuerdos, emociones e ilusión



   El domingo pasado nos hemos reunido  un gran número de familias. Entre ellas algunas asistían a nuestros retiros por la primera vez.
   Muy contentos y orgullosos estábamos los hombres de poder recibir y aprender de la sabiduría del Padre Cueto, persona cargada de vitalidad y optimismo.
   Su transmisión de vivencias nos hace frenar el momento de velocidad que llegamos a alcanzar en nuestra vida. Estar con él es darse cuenta de lo importante que es lo que nos rodea, que no está en un radio más allá de un metro, y esa es nuestra familia.

   Interesante tema fue el que trató, “La Familia”, tan descuidada tanta veces por distracciones innecesarias, sin darnos cuenta que los días pasan y cada día que pasa no vuelve; nos recordó nuevamente que no estamos solos y que el único lazo que puede mantenernos unidos es el amor de Dios.


   También tuvimos entre nosotros al Padre Enrique, todo bondad. Le agradecemos el esfuerzo que hizo de venir por la mañana de Madrid y marcharse por la tarde para estar con nosotros y sobretodo con los jóvenes que gozosos escuchaban fragmentos de la película “disparando a perros” y que después conjuntamente comentaron con preguntas y respuestas.
   Los jóvenes forman un gran grupo entre ellos, se llevan estupendamente y se entienden muy bien, cada vez que se reúnen realizan diferentes actividades y así a la misma vez pueden conocerse mejor y participar abiertamente en dichas tareas.


   Y cómo no,  agradecer a la hermana Mª Lourdes que estuvo con nosotros y poder disfrutar de sus charlas y vivencias que transmite con tanto cariño a las mujeres y de esa gracia que Dios le ha dado.
   A medida que va pasando el día, te encuentras mas a gusto, charlas interesantes, caras sonrientes, se palpa que reina la felicidad en aquel lugar.

   En el comedor están las hermanas y la madre Verónica que se les nota como se sacrifican por nosotros para que no nos falte de nada, “dulces como la miel”.
   Después llega un poco de sobremesa donde podemos intercambiar impresiones unos con otros y sentirnos a gusto donde todos somos iguales.
   A media tarde disfrutamos de unos cortes de la película “De dioses y hombres”, que nos pasa el Padre Enrique y entre todos damos nuestro punto de vista sobre la fe en el mundo.


   Para acabar todos vamos al encuentro del Señor para disfrutar de la Santa Misa.
   Y llegan las despedidas, que no deseamos nunca, pero todos sabemos que la distancia que nos separa es mínima, porque a todos nos une el amor de Dios.


   Felicidades al Padre Enrique por su nombramiento como responsable del apostolado CPCR en  España.
Familia González García.

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