PREPARANDO LA NAVIDAD

 

   El bado pasado tuvimos un retiro espiritual para Señoras  con una fuerte participación desde el principio: un poco más de 40 señoras. La Capilla está llena para el rezo de la hora intermedia que este día es de la fiesta de la dedicación de nuestra catedral de Terrassa: nuestra oración se une a la de nuestro obispo y de toda su grey.
   Luego pasamos a la sala de conferencias donde estamos un poco más a nuestras anchas y Hna Mª Verónica da unos puntos de meditación, invitando a contemplar el misterio de la Encarnación, desde la mirada de la Trinidad, tal cómo nos invita San Ignacio en sus Ejercicios Espirituales. A las 12 hs, Mossén Joaquim Fluriach, nuestro Párroco expone el Santísimo para una hora de contemplación silenciosa, durante la cual él está confesando.

 

   En la comida, las lenguas se desatan y alegremente compartimos nuestras experiencias al mismo tiempo que los buenos platos ¡enrequecidos por los pasteles de Delfina!. Las Hermanas habían puesto a lado de cada plato una velita adornada de una estrella que contenía un propósito para ser un poco más luz a nuestro alrededor, ¡unidas a la gran Luz que viene: Jesús!
    Por la tarde, rezamos un Rosario un poco particular: Rosario de la Sagrada Familia en que contemplamos a la Sagrada Familia desde la unión de María y José hasta su vida oculta en Nazareth, pasando por la Natividad, la presentación en el Templo y la huida a Egipto.

 

    Al terminarlo, volvimos a la sala de conferencia donde Mossén Joaquim nos dio una muy buena explicación del contenido del último documento del Santo Padre: "Porta fidei". Su experiencia de Párroco nos ayudó mucho a ver la necesidad de profundizar nuestra fe, por la formación, por en encuentro Personal con JesuCristo, con el compartir de nuestra fe.
   El broche de oro fue la Eucaristía: donde encontramos La Palabra de Dios a través de la Sagrada Escritura, ¡y la Palabra de Dios muerto y resuscitado que es Jesús mismo!

 

   ¡Felices, pudimos compartir nuestra alegría de haber juntas hecho esta experiencia espiritual y de fraternidad, en una merienda donde no faltó el dulce de membrillo de Paquita!