Decálogo del Adviento
1) Me mantiene en pie el Dios en quién creo y no las habladurías de la gente. Dios permanecerá y, la gente, desaparecerá.
2) Me mantiene en pie Dios que viene a mi encuentro y no los desencuentros con los que hablan pero no hacen nada.
3) Me mantiene en pie la esperanza de un mañana mejor y no los que se dejan llevar por el derrotismo y el pesimismo.
4) Me mantiene en pie mi convencimiento personal en un más allá y no la irracionalidad del más aquí.
5) Me mantiene en pie el camino que une el cielo con la tierra y que, en Navidad, tiene rostro de Niño.
6) Me mantiene en pie la vigilancia activa: no todo lo que me rodea es malo pero tampoco, todo lo que acontece a mi alrededor, es bueno.
7) Me mantiene en pie el hecho de querer ser diferente. De iluminar las noches de mi vida con la estrella de la fe y no con las luces artificiales del mundo.
8) Me mantiene en pie el horizonte desconocido y no los gritos de la jauría de un mundo inquieto y replegado en sí mismo.
9) Me mantiene en pie las ganas de superación y de no dormirme ante Alguien que con el nombre de Jesús carga las pilas de mi alma.
10) Me mantiene en pie los sueños de tanta gente que espera y no desespera; que no van a su bola sino que viven cerca los unos de los otros; que miran hacia el cielo y no solamente a su ombligo; los que gastan horas para DIos y no solamente se dedican a buscarse en su propio espejo.
Eso, y mucho más, me mantiene en pie.
J.Leoz.
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