Nuestro cumple
70 añitos parecen muchos, o poco, según de la vida que se trate.
Hoy especialmente se trata de la vida y del camino tan bendecido por Dios de nuestra querida Congregación de Cooperatrices.
Sí, el 31 de noviembre de 1943 en Chabeuil, Francia el P. Francisco de Paula Vallet se lanzó a la fundación de las Cooperatrices. ¡¡¡Qué peligro!!! Estas fuernon las dos primeras: la de la derecha Montserrat Vallet, hermana del P. Vallet (no perseveró) y Mª del Sagrado Corazón (Virginia Plantavin) que llegó a nonegenaria dejándo una huella imborrable.
“Dificultades, las hubo, cierto, y fueron numerosas. Pero el desánimo nunca lo pudo conmigo, porque a pesar de las amarguras, los sufrimientos, tenía arraigada en el corazón esta seguridad tan fuerte que tenía que seguir adelante porque Dios quería esta fundación.
¿No podría yo, parodiando a San Pablo, decir : ‘Donde la prueba abunda, la gracia sobreabunda’ » ? escribía nuestra primera hermana en sus recuerdos.
¿No podría yo, parodiando a San Pablo, decir : ‘Donde la prueba abunda, la gracia sobreabunda’ » ? escribía nuestra primera hermana en sus recuerdos.
Seis años pasaron hasta que la Fundación viera su luz en España. En Caldas tenemos aún a la primera Cooperatriz española, Hna Mª Santa Teresa, que con sus 84 años sigue edificándonos y transmitiéndonos el espíritu fervoroso, apostólico y entregado de los orígenes
Y después las Cooperatrices llegaron a Uruguay y Argentina, también a Suiza.
Seguimos siendo un pequeño resto en medio del pueblo de Dios, pero alegres, agradecidas por esta hermosa vocación que Dios nos ha confiado: hacer conocer su gran amor a los hombres, particularmente por el medio de los Ejercicios y Retiros Espirituales y para bien de la Parroquia y de la Iglesia.
Hoy es día de acción de gracias por este don inestimable para cada una de nosotras de nuestra vocación al servicio de Cristo nuestro Rey. Gracias por todo lo que ha hecho en y a través de nuestra pobreza. Gracias por todos esos tesoros de santidad que han sido suscitados a través de nuestras pobres vidas entregadas.
¡¡¡Qué Dios sea bendito y alabado por siempre!!!
¡¡¡Y también el Corazón Inmaculado de María al que hemos consagrado nuestras vidas!!!
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