PRODIGIO DE LA MISERICORDIA
El mundo actual no podrá levantarse
sin un prodigio de la Misericordia del Corazón de Jesús,
infundiéndole una prodigiosa esperanza y confianza
para atraerlo a Cristo, y obtener que en fin,
se arroje en el Corazón mismo de Dios y sea salvado.
¡Oh Jesús que sois todo Corazón!
Confío en Vos por todos los que de Vos desconfían.
Confío que me haréis santo,
por todos los que uno tras otro van perdiendo
esta confianza que tanto os honra.
Confío que mis pecados no os apartaran de mí,
Confío que mis pecados no os apartaran de mí,
por todos los que uno tras otro,
al verse débiles acaban por desmayar y alejarse de Vos.
Confío que a pesar de tanta tibieza mía,
de tanta culpa, tanta distracción, tanta ingratitud,
Vos no dejareis de asistirme siempre.
Padre Vallet
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