¡¡¡MAGNIFICAT ANIMA MEA DOMINUM!!!

   No hay palabras mejores para expresar lo vivido estos días de Ejercicios, acompañando a estas 29 mujeres de diversas condiciones, procedencias, niveles de cultura religiosa... y confesiones religiosas (una protestante, otra de sensibilidad ortodoxa, otra que sale a penas de una secta)
   Cuando hace unos días os anunciaba que sería una aventura apasionante no me terminaba de dar cuenta de lo que nos esperaba.¡Qué aventura!
  Una pasada de ambiente de recogimiento, de silencio, de oración profunda... de docilidad ¿Es posible? ¿treinta mujeres juntas 5 dias pueden vivir eso? ¡A las pruebas me remito!

   Que hermosura de ver la transformación de esos rostros que llegan crispados por las preocupaciones, tensiones, temores, miedos, que cada trae al llegar: la serenidad, el sosiego, la paz, la confianza a pesar de los combates va ganando terreno día tras día.
   Y qué decir de la transparencia de esas almas cuando te vienen compartiendo todo lo que van viviendo, y qué facil es a veces manifestarles la evidencia del trabajo escondido que el Señor ha realizado en ellas.
   Entre ellas se encontraban dos recientemente convertidas. Se han ido agradecidas de la gran ayuda que les hemos brindado para crecer y afianzarse en la fe. Pero no se dan cuenta de lo que nos han aportado como testimonio de "sed de Dios". Verdaderas enamoradas apasionadas de Cristo, de un candor evangélico fuera de serie. ¡Qué gozada! Una nos compartía que no podía comulgar al vivir en una situación irregular, "pero cómo deseo adorar a Jesús en la Hostia Consagrada. Necesito a mi Jesús, verlo, aunque no le pueda recibir; al menos puedo comtemplar su blancura, su anonadamiento"
   La experiencia profunda del Amor incondicional infinito que Dios tiene a cada una ha transformado los esquemas mentales de muchas. Personas heridas, acomplejadas, maltratadas verbal y físicamente hacen experiencia de un Dios, de un Cristo que sana, que da sentido a una vida aparentemente fracasada. La vida no nada es fácil. Saben al salir de aquí que les esperan nuevos combates, que el ambiente de fuera, las circunstancias no han cambiado. Pero ellas no viviran su vida de la misma manera.
  "Venía con ganas de aprender, me voy con grandes deseos de amar" nos compartía al terminar la protestante del grupo.
   "Llegué aquí aplastada por la soledad, he encontrado aquí una delicada y agradable compañía" fue el testimonio de una mujer maltratada verbal y físicamente por su cónyugue.
   "Vine buscando una respuesta y me voy con también con varias respuestas a otras cuestiones."
  "¡Qué sencillez de todas las enseñanzas recibidas. Me voy contenta de haber podido abordar la fe de manera clara"

   La más jóven afirmaba que cuando oía el pasage del TGV (AVE francés) pensaba en la necesidad que tienen hoy los hombres de encontrar lugares cómo este donde el tiempo parece detenerse para poder ir a lo esencial.
   "Habitualmente mi experiencia religiosa permanece en la cabeza; por la primera he hecho la experiencia del Amor de Dios con el corazón. Si supiérais con qué ansia deseaba tras la predicación encontralo en el contacto con su Palabra." " Estos Ejercicios estructuran sin rigidez"
   Podría continuar toda la lista de testimonios. Resumo en varias constantes:
 - la primera el deseo de dar a conocer los Ejercicios para que otros muchos puedan beneficiar de esta aventura apasionante y necesaria. 
 - Otra : el agradecimiento al trio que ha acompañado la tanda. Predicación a tres voces, el trío resultaba complementario en la diversidad: el P. Claudio, didáctico con sus simpáticos y significativos dibujos en la pizarra blanca, predicación profunda, amena, delicada; Sr Chantal M., apasionante narradoran de las vidas de santos y de la sencillez desarmante de los evangelios; y a una servidora le tocó ser la comediante del trio(yo creo que mi simpático acento español contribuía bastante), haciendo a veces reir hasta las lágrimas y haciendo pasar así entre cal y arena las grandes exigencias de una vida auténticamente cristiana. " Me estaba mordiendo de risa y de repende recibo en plena cara justo lo que necesitaba oir para tomarme la vida más en serio. Y estos por tres veces. ¡Qué fuerte hermana!"

   Gracias Señor por concedernos ayudar a las almas, a descubrir más y mejor tu  Gran Amor.
   Gracias Señor por esta vocación preciosa de Cooperatrices Parroquiales al servicio de los Cenáculos de nuestros tiempos, de estas Pentecostés de nuestros tiempos en las que el Señor realiza tan grandes transformaciones.
   Maravillosa experiencia. Quien no la ha hecho no sabe lo que se pierde.

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