Ejercicios espirituales: testimonios


Durante la Semana santa hemos tenido un grupo de hombres unidos a cristo en la Esperiencia Pascual, de la mano de los Ejercicios espirituales de San Ignacio.
Os ofrecemos los testimonios que nos compartieron, sabiendo que lo mas grande es el secreto entre ellos y el Senor.
Un profesor: Agradezco el ejemplo de mis compañeros, ejemplo de recogimiento y el ambiente de silencio. En estos Ejercicios, busqué purificar mi mirada, conocer más a Cristo. He podido hacer elecciones para mi vida cotidiana y una decision importante en vida.

Un comercial: Entré en los Ejercicios muy nervioso. Tuve muchos impedimentos en venir. Aquí, la meditación y el silencio me ayudaron a comunicar con Dios. Antes de venir, esto de comunicarme con Dios me parecía muy duro. No fue así. Me voy relajado, contento, feliz.

Un jubilado de Tarragona: Hago Ejercicios Espirituales desde hace 20 años. No es fácil, porque en Tarragona hay las festividades de Semana Santa. En los Ejercicios, pido perdón por mis faltas, agradezco al Señor sus dones, y pido un aumento de amor. Este año, medité mucho sobre el amor. Nos falta el amor. He sentido consolaciones y desolaciones, pero finalmente, me quedo con el Amor del Señor. Me voy muy satisfecho.

Un neocatecumenal: El año pasado no pude hacer los Ejercicios. Por esto, este año, vine con mucha ansia de recibir. Vine sin embargo con un poco de recelo porque en los últimos, hace 2 años fueron muy áridos. Este año, el primer día, tuve una consolación constante. El segundo día no fue igual, pero intenté dialogar con el Señor. Hoy, fue un regalo, tuve una mañana maravillosa.


Un profesor jubilado: Medité sobre la pasión y resurrección del Señor. Fui consolado mucho por la Resurrección. Tenemos que vivir con alegría, y comunicarla: dar amor a los prójimos, a la familia... Los que somos voluntarios, tenemos que responsabilizarnos más.

Un jubilado de Barcelona: He venido para reafirmar mi vida cotidiana, para seguir el camino que me manda el Señor de seguir. La meditación, la Paz del retiro me ayudaron en esto. Encuentro cómo comportarme y proclamar la Buena Nueva de la fe.

Un docente jubilado: Estos 3 días fueron el Evangelio puro. Hago Ejercicios y soy cursillista y lo uno me ayuda al otro. Voy a ser rector de un cursillo en Mayo y vine a llenarme del Señor para transmitirle. Tengo que ser testigo del amor del Señor.

Otro jubilado: Vengo a esta casa desde el año 1995. Vine, por la revista “Avanzar” que tenían unas religiosas. Hice la primera tanda con el P. Pereda. Me costó venir a esta tanda. Me ha costado entrar. Luego, fue maravilloso. El jueves Santo hubo un cambio: estuve en desolación. Doy gracias al Señor por la gracia que me ha dado y que me da gozo. Mi brújula esta fijada ahora en Jesús directamente.


Un habitante de Sabadell: Doy gracias por estos preciosos días de retiro. Gracias al Padre, al seglar que le ayudó y a las Hermanas.

Un comerciante: Vine a buscar ayuda: mi voluntad tiene siempre que ajustarse a la de Dios. Jesús dijo “Yo soy el Camino, la verdad y la vida”. Es el Camino: mirándole, descubro más su voluntad sobre mi vida, vivo en verdad y me lleno de su Vida: su gracia, su fuerza. Tengo que no perder esta vida y transmitirla. Estos días me ayudaron a interiorizar esto. Ahora, lo tengo que poner en práctica cada día.
 

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