CONMIGO LO PODÉIS TODO ¡¡CRÉETELO!!



Pienso, y lo digo sinceramente, que vosotros sois buenos. Fantástica la calidad humana que tenemos en  nuestra parroquia. Sois buenos, sois buena gente, hacéis el bien que está a vuestro alcance.

Pero..., tenía que haber un “pero”, ¿no?  Pero, la pregunta que hoy Jesús nos dirige desde el evangelio, es si sois buenos del todo. Dice Jesús “Sed perfectos”. ¿Somos perfectos? Hombre, del todo, del todo... Y a todos nos vienen a la cabeza situaciones que hemos vivido: aquella reacción airada, nada caritativa, que tuvimos.

Nos vienen a la cabeza personas: aquel que nos hirió y que no podemos hacer limpio, sigue viva la negatividad/rencor por dentro.
Nos vienen a la cabeza temas familiares enquistados: poco a poco, por tonterías, distancia y más distancia, y se han roto los puentes...
Y aquí ya vemos que del todo, del todo buenos, no lo somos... ¡Es normal No pasa nada. Lo que es significativo es el camino que cogemos ante esto: el camino de las excusas, y, entonces, estamos en el “valle de las excusas”, o el camino de pedir la gracia para poder ser bueno del todo. ¡¡Sin excepciones!!

¿Excusas o la gracia, qué camino escoges? Y decisiones como éstas nos van configurando como personas, como  cristianos, como seguidores del Cristo. ¿Excusas o gracia de Dios? ¿Dónde quieres estar situado? Orémoslo esta semana.

A discernir todo esto nos puede ayudar otra cosa que nos dice Jesús hoy: “rezad por los que os persiguen”. ¿Hemos rezado por el compañero de trabajo, antipático?, ¿o por el vecino impertinente?, ¿o por el hijo desagradecido hasta la médula?, ¿o por aquel que nos ha criticado...?, ¿rezamos por ellos? Si la respuesta es “sí”, estamos en el camino que hoy Jesús nos indica... ¡¡Si la respuesta es “no”, vigilemos... y empecemos a hacerlo!!
Quizás, estamos en los ejemplos que Jesús pone después: sólo amamos a los que nos aman. Sólo saludamos a los que nos caen bien. Sólo hacemos el bien a quien nos lo hace. “¡¡Eh!! Esto también lo hacen los publicanos, los que no tienen fe. ¡¡Aquí no hacemos nada de extraordinario!!”. Nos viene a decir Jesús...
Indirectamente, Jesús con estas palabras nos anima a confiar en la gracia. Del “sin mí no podéis nada” pasamos al “conmigo lo podéis todo”. ¡¡Créetelo!!


Si no somos un poco cuidadosos nos puede pasar de estar situados en el Antiguo Testamento: si no nos hablan, nosotros no hablamos, si nos ignoran, nosotros ignoramos, si nos ofenden, nosotros ofendemos, si no nos aman, nosotros no amamos, si nos critican, nosotros criticamos, entonces, señores y señoras, estamos en el Antiguo Testamento, y, no estamos viviendo lo que Jesús nos ha venido a comunicar.

Si miramos nuestra vida, descubriremos algunas actitudes que responden a la ley del Talión: “ojo por ojo”.

Dice Jesús: “Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia”. Entonces, pone cuatro ejemplos donde ante una ofensa, la respuesta no es pagar con la misma moneda, sino, coger el camino del bien. ¡¡Qué gran enseñanza!! ¡Ante el mal recibido respondemos con amor!
Ésta es la convicción: “es necesario responder siempre con amor”. Nos hace fuertes. Sabemos que pase lo que pase, miraremos de reaccionar desde el amor y dar una respuesta de amor. Y sabemos, también, que Dios mismo nos dará su fuerza para reaccionar desde el amor. Y, esto nos ha de llenar de esperanza, de paz, fortaleza. Siempre podemos reaccionar desde  el amor... “por mucho no se qué que sea el otro...” Siempre podremos reaccionar amando porque tenemos a Dios con nosotros.

Francesc Jordana




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