JUAN PABLO II

¡Santo Subito! clamaba la muchedumbre aquellos primeros días del mes de abril 2005.
Han pasado casi 6 años y tras numerosos rumores, falsos anuncios que expresaban el deseo ardiente de tantos cristianos, ayer 14 de enero fue aprobado el decreto de la Congregación por la Causa de los Santos, reconociendo la curación inexplicable científicamente de Sor María Simón, religiosa de Aix en Provence (Francia). Milagro debido a la intercesión de Juan Pablo II
Se ha hecho pública también la fecha de la beatificación: fecha muy significativa. En efecto el 1 de mayo, no sólo es el comienzo del mes de María, sino que es el Domingo de la Divina Misericordia. La ceremonia tendra lugar en la Plaza San Pedro y será presidida esta vez por el Papa Benedicto XVI

Os comparto algunos comentarios del P. Federico Lombardi ayer mismo, al hacerse pública la gran noticia: "La Iglesia reconoce que Karol Wojtyla dio un testimonio eminente y ejemplar de vida cristiana, es un amigo y un intercesor que ayuda al pueblo en camino a dirigirse a Dios y a encontrarse con Él.
Por más extraordinarias que sean, no estamos concentrando la atención en las obras de Juan Pablo II, sino en su manantial espiritual, su fe, su esperanza, su caridad.
Las obras hay que admirarlas precisamente porque son expresión de la profundidad y de la autenticidad de su relación con Dios, de su amor por Cristo y por todas las personas humanas, comenzando por los pobres y débiles;  de su tierno amor filial con la Madre de Jesús.
El padre Lombardi considera que Juan Pablo II es recordado,  "en su profundo y prolongado recogimiento en oración; en su deseo por celebrar y anunciar a Jesús redentor y salvador del hombre, por darlo a conocer y a amar a los jóvenes y a todo el mundo; por su atención afectuosa a los enfermos y los que sufren, por sus visitas a los pueblos más necesitados de comida y justicia; por último, en su paciente y auténtica experiencia de sufrimiento personal, de enfermedad vivida en la fe, ante Dios y ante todos nosotros
Su vida y su pontificado han quedado caracterizados por la pasión de dar a conocer a todo el mundo en el que vivió, el mundo de nuestra dramática historia en el paso de dos milenios, la consoladora y entusiasmante grandeza de la misericordia de Dios. Es lo que necesita el mundo".
 
Este acontecimiento nos llena a todos de una gran alegría. Para nosotros CPCR es bajo ,el Pontificado de Juan Pablo II que nuestras Congregaciones han recibido su aprobacion oficial y definitiva, asi como nuestra legislación propia.
Muchos de entre nosotros guardamos hermosos recuerdos de haber participado entre las muchedumbres en los encuentros con ocasión de sus viajes a España, Francia, Suiza, o en las JMJ, o en las peregrinaciones realizadas en una u otra ocasión a Roma.
Alguna tuvimos el privilegio un 25 de febrero de 1998 de participar a su Misa matinal. Recordaremos siempre aquella imagen al entrar en su Capilla privada: el Papa estaba allí, sumergido en un profundo recogimiento, en la oración sólo Dios y él. Y esta actitud duró durante toda la Eucaristía
Juntos demos gracias al Señor por la glorificación de nuestro querido Papa, testigo y apóstol fiel de la Misericordia de Dios en nuestra historia contemporanea
Y no tardemos en decidirnos a ir a Roma para un tal acontecimiento...

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