Corazón lleno de amor y misericordia

Hoy la Iglesia celebra la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, una festividad que nos lleva al misterio de Dios y de su amor. Es el día más propicio para dejarse transformar por ese amor lleno de misericordia. Es el día señalado para profundizar en nuestra relación con el Corazón de Jesús y reavivar en nuestro propio corazón la fe en el amor salvífico de Dios.
Festividad hermosa que nos invita también a interiorizar en el conocimiento de Jesús, experimentarlo en nuestra vida, llenarnos de su experiencia de amor y dar testimonio de ello a todos los que nos rodean.
Día muy señalado para postrarnos ante ese Corazón lleno de amor y misericordia, para comprender que en ese Corazón bondadoso está el verdadero y único sentido de nuestra vida, de nuestra esperanza y de nuestro destino. Para vislumbrar en nuestra vida que llenos del Sagrado Corazón de Jesús es posible llevar una vida plenamente cristiana, rechazar el pecado y evitar las perversiones que desgarran nuestro corazón quebradizo.
Los cristianos estamos llamados a construir la civilización del Sagrado Corazón de Jesús. Es una de las misiones de nuestro peregrinaje por esta vida. El Corazón de Cristo se hizo vida en la muerte de Cruz. Al contemplar hoy a este Corazón Sagrado aparto todas mis angustias y desconsuelos para entender que en el sufrimiento de Jesús está el fundamento del amor sin límites que Dios siente por mi y por cada uno de nosotros.
La devoción a este Corazón sagrado sólo me puede hacer exclamar con serena alegría un firme y decidido «¡Señor mío y Dios mío, en Ti confío!».
Hoy manifiesto mi gratitud a Dios porque ha derramado su amor en mi corazón a través del Espíritu santo, en esa invitación paternal para fortalecer mi fe, reavivar mi amor, abandonarme a su amor salvífico, irradiarme de su misericordia, desprenderme de mis flaquezas y desgajarme de mis debilidades.
Del Corazón Sagrado de Jesús brotó agua y sangre que limpia mi egoísmo y mi soberbia, me obliga a desprenderme de mis yos y hacerme más entregado a los que me rodean.
Sagrado Corazón de Jesús, Tu me conviertes en un río de agua viva. Y ahora sólo puedo exclamar con devoción: «¡Señor, en Ti confío!».


¡Jesús, confío en ti! ¡Me entrego a Ti, Señor, y entrego a tu Sagrado Corazón mi familia y su futuro! ¡Tu conoces las necesidades de cada uno de ellos! ¡Confío en Ti, Señor, y me abandono a Tu Misericordia! ¡Te doy gracias por tu infinito amor! ¡De doy gracias infinitas por enseñarme a aceptar tu voluntad y aumentar cada día mi fe! ¡Confío en Ti, Señor! ¡Ten compasión de mi! ¡Cúbreme con tu preciosísima sangre, Señor, y líbrame de esas enfermedades que agitan mi alma! ¡Llévame al encuentro con tu Madre, la Virgen María! ¡Te entrego, Señor, todas mis preocupaciones y angustias, dame paciencia y confianza para aceptar tu voluntad! ¡Espíritu Santo, ilumíname en mi caminar diario! ¡Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío!

orar con el corazón abierto

Comentarios

Entradas populares