TESTIMONIOS DE LOS ÚLTIMOS EJERCICIOS DE AGOSTO



Os dejamos el testimonio de los últimos ejercicios para hombres, celebrados este mes de agosto, y que fueron dirigidos por el Padre Cueto (cpcr). En los mismos también participaron dos Hermanas de nuestra congregación.

Los Ejercicios Espirituales son indispensables. Dos veces no pude venir y no podía aguantar más. Si no, vas bajando. Como los planeadores, necesito los Ejercicios Espirituales para subir.
Yo me he relajado y me he fortalecido. Cada vez hay más cosas que veo claras. Necesito los Ejercicios como el oxígeno. Es absolutamente necesario hacerlos cada año. Si esperas más de un año, los alejas y no de decides.

Ha sido una experiencia muy positiva. Hacía tiempo que no veía al P. Cueto y he guardado buen recuerdo. Hay frases que te impactan. Está vez, fue: el amor. Tenemos que profundizar en el amor. La frase de San Juan de la Cruz: “Al final, seremos juzgados en el amor”, me ha impactado mucho. Tenemos que renovar el amor. Acercarnos a Jesús. Si vamos mejorando en esto, nos abriremos más a los demás. Es en lo cotidiano de la vida que tenemos que mejorarlo: el trabajo, la familia.


 Hice los primeros Ejercicios con 16 años en Sarriá. Luego, los primeros en Caldes, fueron con el P. Sospedra y el P. Bochatay. Me impactaron mucho. Estos me han producido paz y alegría y fue creciendo más y más. Fue una Pascua del Espíritu. Las prédicas me han impactado. Si vas a Ejercicios Espirituales, no puedes salir defraudado, a no ser que hayas venido con mala intención. Esta vez, fueron exuberantes. He visto el amor de Dios en mi vida. Todo tiene sentido. Salgo con el deseo de proponer un apostolado seglar: círculos catequéticos, en parroquias. Para formación permanente y llevar a la gente a Ejercicios Espirituales. Con 4 pilares: formación, comunidad, oración y servicio. Y luego, organizar Ejercicios Espirituales en la parroquia.

Viví muy intensamente estos Ejercicios Espirituales. Con provecho. Fue para mí motivo de reorganizar mi vida familiar y mi vida apostólica. La vida familiar sobre todo, haciendo apostolado hacia ellos, con humildad. La virtud de humildad es la sobre la cual he hecho más propósitos.

Dos Hermanas hicieron también sus Ejercicios Espirituales anuales:

Me cuesta hacer Ejercicios porque soy mayor y me cansan. Pero vale la pena porque es una gracia muy grande. Es como hacer una recolección y esta cosecha te sirve para todo el año. Veo que cada año, los propósitos que tomé son los que tenía que tomar. ¡Si pudiéramos retener todo lo recibido! Pero, ira saliendo…


Me ha edificado el silencio de los Ejercitantes. Las conferencias me han ayudado mucho. Me ha impactado mucho la meditación para alcanzar amor.



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