Ejercicios Espirituales: testimonios


Un cocinero: he venido buscando ayuda, pues los consejos de los hombres no me servían. Venía con miedo de aburrirme y no encontrarme a gusto. Se me ha hecho corto y he recibido mucho más de lo que me esperaba
Un joven: necesitaba algo para dar un paso más en la oración y mejorar la vida cristiana. Me han gustado mucho las enseñanzas.
Un químico: desde que oí hablar de estos Ejercicios me interesó la experiencia y no me lo pensé dos veces. Venía para crecer en la vida espiritual, pero también me he planteado el aspecto vocacional. No lo tengo aún claro pero voy haciendo camino. Ha habido momentos muy intensos de sentir la presencia de Jesús muy cerca de mí. He retenido dos frases: “Fiat voluntas tua” y “Dios es amor”
El más joven: el Mossén me invitó y vine a encontrarme con Jesús. Al principio estaba un poco asustado pues no esperaba hacerlos con gente mayor: “no lo aguantarás”. Pero me han hecho mucho bien y estoy muy contento de haber venido.
Un electrónico: un testimonio de una joven que había hecho Ejercicios me recordó hermosas experiencias que había tenido y me animó a venir. No traía ningúna intención concreta.  Pero me he encontrado más cerca del Señor, me he sentido iluminado por el Espíritu Santo. Me ha gustado mucho lo que he oído sobre el discernimiento. También he encontrado respuestas de cara al futuro. Ha sido una experiencia muy provechosa.
Un ingeniero: he tenido varios cataclismos en mi vida, gracias a Dios. Necesitaba de El y una sobrina vino tan contenta de unos ejercicios que me invitó a que viniera yo también. Estoy muy agradecido al Espíritu Santo y a vosotros que habéis transmitido tan bien su Amor. He vivido en un mar de paz y alegría.
Un comercial: sabía a lo que venía: a un encuentro con Cristo. Y me he encontrado con un Cristo vivo. Me ha estimulado mucho conoceros a todos, aunque no hayamos comunicado con palabras. Me voy con la fuerza y el poder de Cristo para afrontar lo que en la incivilización me espera.
Un médico: ha sido un privilegio hacer los ejercicios en el año de la fe. Creo que he visto acrecentar mi fe en estos días. Hace ya tiempo que vengo. Al principio vengo sin ganas, arrastrando los pies, pero me voy muy contento. He recibido muy buenos ejemplos y vuestra actitud me ha estimulado mucho.
Un profesor jubilado: vine a reavivar mi fe en Jesús para amarle más a El, a los que me rodean y a mi esposa. Para coger fuerzas para el apostolado y poder comunicar el amor de Jesús a los demás.
Un jubilado: cada año vengo como aquel que se encuentra a la cuneta y necesita al Buen samaritano para que le lleve a la posada y reponer fuerzas. Llevo 21 años viniendo desde Tarragona. Comencé viniendo con cinco amigos que han ido falleciendo, y ahora aunque tenga que venir solo no me los quiero perder

Comentarios

Entradas populares