Testimonios de nuestros Mossenes

 
A los pies del icono de la Virgen, Don Ángel ponía la lista de todos los participantes a la tanda de Ejercicios sacerdotal y también el de la comunidad de hermanas. A sus pies queremos ser como Ella fieles reflejos y servidores de Cristo en medio del mundo.
Algunos de los participantes no han dudado  en compartirnos por escrito lo vivido estos días para compartíroslo.
rezo de Laudes
En esta bendita Casa, acompañados por la oración y el cuidado de las Hermanas , estos días de lunes a viernes hemos realizado Ejercicios Espirituales un grupo de sacerdotes de nuestra diócesis de Terrassa, con gran provecho espiritual. El predicador ha sido el P. Ángel Pérez, operario diocesano. Sus meditaciones se han dirigido a renovar el corazón sacerdotal de los presbíteros, al calor del Corazón del Buen Pastor. A la luz de las Escrituras y de las enseñanzas de la Iglesia sobre el sacerdocio, ha desgranado y hecho gustar a los ejercitantes el don del sacerdocio que han recibido de Cristo. Les decía: vuestra vocación es un regalo gratuito e inmerecido del Señor, que tenéis que agradecer diariamente; vuestra misión consiste en continuar la entrega sacrificial de Cristo por la humanidad, que es una entrega crucificada, que carga con los pecados y las cruces del mundo; sois por y para los demás, para su bien y su santificación. Para vivir esta vocación debéis vivir primero la fraternidad sacerdotal, sois hermanos en el presbiterio, sólo así seréis testimonio vivo de Cristo. Y para vivir esta vocación tan hermosa y tan necesaria para el mundo de hoy, necesitáis sobre todo vivir de la Eucaristía, vivir la Eucaristía, ser hombres de Eucaristía, pues es Jesús mismo quien os enseñará a ser pastores según su Corazón. Y recibir siempre el ejemplo y la intercesión de la Virgen María, madre de Cristo y de los sacerdotes.
Durante las comidas, escuchábamos la vida y la enseñanza de San Juan de Ávila, maestro de sacerdotes y Doctor de la Iglesia.
Han sido unos días de verdadera lluvia de gracias del Señor, que sin duda ayudarán al crecimiento espiritual de la diócesis de Terrassa, puesto que como decía el Maestro Ávila o el mismo Mn. Domingo y Sol, "la santificación del pueblo de Dios depende en gran medida de la santificación de sus pastores".
Para mi estos Ejercicios han sido un disfrutar de una paz que solo Dios puede dar (“Mi paz os dejo”). En Él somos, vivimos y nos movemos. Y en medio de la paz el Señor me ha concedido el don de entender qué es ser pastor y desear serlo con un renovado ardor. Necesitamos estos espacios, como el “Tabor”, donde descubrimos y experimentamos a Jesucristo de un modo nuevo.
Al término del Vía Crucis
 A veces esperamos el paso de Dios por nuestra vida con grandes acontecimientos, pero Dios hace las cosas a su manera. se presenta en el silencio y se sirve de pocas palabras que un buen testimonio pronuncia en las pláticas de unos sencillos Ejercicios Espirituales.
Después la oración personal y comunitaria, y la fraternidad se encargan de madurar aquella pequeña semilla que acaba dando fruto pastoral.
¡Ah! y no olvidemos el tiesto donde se preparan las semillas: una hospitalidad acogedora de las siervas silenciosas del Señor. Simplemente gracias.
 Tras haber comenzado este camino que es el sacerdocio, el entregarse a El y a sus hijos por El, es fácil volver a experimentar una y otra vez que el don y la misión nos supera, siendo nosotros tan pequeños.
Por eso ha sido importante este alto en el camino. Para volver a preguntarle: "Señor ¿qué quieres de mí?, ¿qué no te he dado aún? ¿qué actitudes, qué egoísmos, vanidades, orgullos me separan de ser auténtica imagen tuya?"
"Señor, hágase, limpia, restaura en mí la imagen que Tú pusiste, para que el mundo pueda verte y creer en Ti!"
Durante el Vía Crucis
 Sólo llena el Corazón Aquel que lo creó: Dios.
Uno no es más fecundo cuanto más hace, sino cuanto más es. Debemos dejarnos ex-propiar por Dios, como María

Gracias a todos por vuestro testimonio de esta semana viviendo de corazón a Corazón estos día, sabiendo estaros con el Señor para mejor testimoniarlo en vuestro ministerio.
Con los lectores de nuestro blog seguimos acompañándoos con nuestra oración fraterna para que llevéis la luz y el calor del Amor de Cristo a muchos.

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