FIESTA DE LA FAMILIA EN CALDES



   Fue un fin de semana muy intenso, cansado, lleno de kilómetros en coche, pero fructífero y lleno de gracia. Bendito sea el Señor por habernos regalado a los CPCR de Pozuelo este fin de semana lleno de gloria.
   El sábado viajamos a Barcelona desde León.Tras más de 800 kilómetros en coche llegamos a Caldes de Montbui. Nada más llegar pudimos sentir el ambiente de oración, de silencio, de paz y, sobre todo, de Dios que nos llegó a las profundas entrañas de nuestros corazones.


     Fue llegar a la casa Mare de Déu y, desde el principio, sentirnos en casa. La hospitalidad de todas las hermanas fue insuperable. La comida era una delicia y con ella repusimos fuerzas para el domingo.


    Llegaba el día del Señor, un día que iba a ser muy intenso. Empezaron a llegar las familias porque empezaba el retiro de hombres comandado por el Padre Enrique y el de mujeres dirigido por la Hna María Lourdes.


   La misión “de los de Madrid”, es decir la de Ramón, Jesús y Nacho –un servidor-, empezaba por ir hablando con los jóvenes que pasarían el día con nosotros. Tras una charla distendida con ellos, Thais, Alex, Xavi y Albert, bajamos al pueblo para participar a la Misa. Nuestra misión empezaba por hacer un llamamiento en la parroquia para que los jóvenes  se animaran de cara a la JMJ. Esta tarea me fue encomendada personalmente, y fue Dios mismo quien habló a través de mí e incluso arrancó de mí algunas palabras en catalán. Quedaba claro que no debían pasar este tren porque pueden pasar muchos años hasta que la JMJ vuelva a nuestro país. Además en la JMJ te das cuenta del alcance de la Iglesia, de su universalidad y de su función misionera como Iglesia peregrina que somos. En fin, dejamos clara nuestra invitación a la JMJ CPCR que tendrá una semana previa a la JMJ con visitas culturales, oraciones, y muchas sorpresas, y en la cual recibiremos delegaciones de Argentina, Uruguay y Francia.

    
   Después de la Eucaristía fuimos a Casa a comer. Las hermanas habían organizado una comida muy fraterna, en la que la Iglesia se congregaba y la que podíamos considerar como una comida de familias con abuelos, padres, hijos, nietos, religiosos, es decir toda la Iglesia representada.


   Abrimos el apetito con los saludos que nos enviaba el Padre Cueto desde el Congo, y en el que “a los laicos que vinimos de Madrid” nos denominaba "los tres mosqueteros". 


   Cada uno de los comensales tenía una bonita historia de vida y de relación con Jesús.
  Al final de la cena hubo sorpresa, y es que cumplían años los queridos Joan Guinart y Agustín Villalva, junto con la voluntaria para la JMJ CPCR Thais. Cumplía nada más y nada menos que 21 años. ¡Felicidades Joan, Agustín yThais!


   Poco después empezarían las actividades de la tarde. Hay que reconocer que la gente estaba necesitada de una buena siesta.
   En fin, los “mayores” seguían con su retiro. Piero y Nuria vinieron de San Cugat para dar un hermoso testimonio sobre la educación hoy día. Nos compartieron sobre su formación en el Instituto Juan Pablo II y sus vivencias personales. Muchas gracias por esa disponibilidad que habéis manifestado y que ha llegado tanto a nuestras familias.


     Los más chiquitines se fueron con Jesús, que la verdad es que tiene mano de santo con los niños. Jesús les puso unos vídeos muy dinámicos sobre la vida de Cristo y sus enseñanzas. A los niños se les veía entusiasmados y además aprendieron mucho.


   Los adolescentes y jóvenes se vinieron con Ramón y con un servidor. Proyectamos un vídeo-documental institucional sobre los Cooperadores y su fundador el Padre Vallet. En este vídeo se tocan muchos temas que nos atañen a todos los hermanos de la Iglesia como: la unión, la parroquialidad, la misión, el discernimiento y muchos otros temas.

    Sin embargo después de ver el vídeo trataríamos, especialmente por la edad del grupo de jóvenes a nuestro cargo, el tema de la crisis existencial. Los jóvenes, en general se sentían identificados con el tema y entre todos llegamos a la conclusión que cuando nos sentimos débiles, tenemos situaciones difíciles y problemas o padecemos enfermedades, era básico no aislarnos, sino dejarnos ayudar por nuestros hermanos de la parroquia o del grupo, nuestros familiares y como no, del que todo lo puede ¡El Señor!
   Para ello es fundamental perseverar en la oración, la Eucaristía y el Sacramento de la Reconciliación como pilares fundamentales ante estas situaciones.
   Para airearnos y compartir un momento de oracion en familia rezamos juntos el Rosario por el hermoso parque recién regado por la lluvia. A cada misterio una persona diferente llevaba en alto una imagen de la Virgen. No faltaron voluntarios.


   Terminaríamos la jornada, como no podía ser de otra manera, con la Eucaristía. Carmen Guinart se ocupó, eficazmente, de animar la Misa con distintos cantos e incluso entonó el Salmo como si de un ángel se tratara. Además tuvimos como acólito a un joven  y pequeñín cristiano que lo hizo perfectamente. Se notó y se sintió una gran unión entre todos y una destacable fraternidad.

  
    Tras la Misa, nos sacamos una gran foto de familia. Estábamos los “tres mosqueteros” muy cansados ante un fin de semana de locura. 

    Sin embargo, decidimos quedarnos un poco más para explicar algo de la JMJ y dar avisos prácticos. La verdad, que se notaba a Barcelona como una delegación con muchas ganas de colaboración. Poco a poco fuimos repartiendo tareas y apuntalando la delegación de Barcelona porque quedaba ya menos de un mes.


  En fin, tras esta reunión volvimos a Madrid. Llegamos a las 4 de la madrugada muy cansados y alguno incluso con una contractura incluida y todo.
   Germans:
   Ens veiem a Madrid. Salutacions en Crist El nostre Senyor.

Ignacio Ugarte Rebollo.
 

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