Testimonios de Ejercicios Espirituales
En esta tanda, es la primera vez que alguien me diga el verdadero
significado del silencio que no es mutismo, sino escucha. Y el Padre
insistió sobre el acompañamiento. Tomé muchos apuntes, pero lo más
importante fue la contemplación y oración personal.
En mis dos últimas tandas era el único ejercitante, esta vez la he compartido con un jóven.
El Señor me ha dicho "sígueme" en la intimidad del retiro. He podido analizar lo que tengo que rectificar, y espero que se note en casa.
En mis dos últimas tandas era el único ejercitante, esta vez la he compartido con un jóven.
El Señor me ha dicho "sígueme" en la intimidad del retiro. He podido analizar lo que tengo que rectificar, y espero que se note en casa.
Este testimonio, se puede definir
en tres palabras: Renovación, resurrección y libertad.
Soy
un joven de 22 años, estudiante, que ha realizado unos Ejercicios Espirituales
de cinco días, con el instrumento que Dios me puso de la Congregación Religiosa
de Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
Decir
que tras unos años de notable ausencia vida espiritual en mi alma, de buscar
los amores y las afecciones en cosas desordenadas, de buscar hacer mil cosas
para no tener que pararme a reflexionar en mi vida de desastre, pues mucho mal
en mi egoísmo, me hice a mí y a otras personas, y ruego a Dios un día pueda
reparar todo ello. Pero para esto es necesario empezar un día, y ese día empezó
el día que llegué a la casa de ejercicios.
Tengo
que decir que llegue con plena disposición y totalmente abierto a lo que el
Señor me indicase en la oración, pláticas y conferencia, en todo lo que pudiese
hacer de mí una persona renovada.
Mucho
descubrí que debía, reordenar y dirigir hacia Dios, fue un mirar con la lupa
todos lo que debía poner en su sitio: la oración, mi deber y amor para con la
familia, amistades, parroquia, apostolado, estudios, vocación... Yo no imaginé
que llegase a terminar con la esperanza de rogar a Dios que me diese la gracia
de tener un gran horror a cualquier pecado por no ofenderle a Él. Yo había ido
para ver a qué estado de vida me llamaba el Señor, pues mi egoísmo me había
desviado muchísimo. Y más que ver mi vocación, que también, conocí que Dios
quería que fuese un buen hijo suyo, un buen cristiano y que desde el presente
aspirase a la santidad, pero no sólo eso, si no de contar segundo a segundo con
la gracia y presencia de Dios, la Virgen, los santos y mi ángel de la guarda.
Gracias
a Dios, salí de los Ejercicios renovado de y por amor de Dios, pues Cristo mi
hermano, mi Redentor, mi Rey y mi Dios, ha resucitado en mi vida. Y en Él y por
Él y con Él, mi alma es libre de todas las afecciones desordenadas, egoísmos y
dispuesta a darlo todo por Dios y para Dios.
Al
que tenga dudas por si debe o no debe hacerlo, desde lo más sincero de mi
corazón y poniendo a Dios por testigo junto con un número inmenso de personas
que han pasado por los Ejercicios, es bueno, es santo, es necesario que se
hagan estos Ejercicios, pues si eres sincero y te abres de corazón, será el
gran encuentro entre tu alma y Dios, pues Dios quiere ir a ti y va a ti, ansía
vivir en ti, pero tú y sólo tú serás el que diga SÍ o no, yo dije sí y jamás me
cansaré de dar gracias a Dios.
Mucha, gracias, por su compartir.
ResponderEliminar