Primer aniversario de la Ullam en Barcelona

    Estas vez no pudimos participar muy a pesar nuestro las hermanas pero varios amigos laicos cpcr no se lo perdieron.
   Nuestra amiga Cristina García nos comparte su testimonio de participación el sábado por la noche en el primer aniversario de los Centinelas de la mañana, que se estrenaban también esta vez en Madrid: 
   Llevaba tiempo queriendo ir, pero no había manera, si no era por una cosa, era por otra. Pero por fin, este fin de semana, se anularon nuestros compromisos y sí podía asistir. Me daba mucho miedo que mi destino fuera la calle y a Kiko también, por lo que me pudiera pasar y que ha Daniela le pudiera faltar su madre (un pensamiento un poco catastrofista por nuestra parte y más teniendo en cuenta que tenemos al Señor de nuestro lado), en fin, decidimos que fuera Kiko el que participara esta vez. Pero el día de antes de la cita, sentí la llamada del Espíritu Santo y no podía ignorarla, siempre he tenido la curiosidad, de cómo sería esa llamada que muchos decían haber sentido, por otros motivos, claro, y que yo nunca había experimentado.
   Tenía unas ganas de ir y participar en este movimiento que sentía tan mio... Nunca he tenido miedo de mostrar mis creencias religiosas, pero mi reto, era evangelizar, no sabía como, pero tenía que encontrar la manera de hacerlo. No soy una experta en la materia y eso me hechaba para atrás, me queda mucho camino por recorrer. 
   Pero por fín, el Señor me dio el empujón ¡¡y fui destinada en el grupo de la calle para evangelizar!!!, la experiéncia fue inmejorable, sin haber parado en todo el día, ni haber dormido en toda la noche anterior (ser madre es lo que tiene), tenía una fuerza en mi interior y unas ganas de hacer llegar a la gente el mensaje de Dios, que no cabía en mi misma. Me lanzé y fue maravilloso. Tenía un poco de miedo nada más salir a la calle, ya sabemos todos la variedad de indivíduos que pasean a esas horas por las calles de Barcelona, pero el miedo duró poco;
  Había de todo, gente que te ignoraba directamente, gente que hacía como que le interesaba y en realidad no era así, gente que parecía abierta a tener el encuentro con el Santísimo, gente intrigada por saber qué era lo que les ofrecíamos, gente que se reía de nosotros (sin faltar, solo asombrados de lo que hacíamos), pero lo que no me encontré, fue gente que nos atacara verbalmente, lo que gratamente me sorprendió mucho, pensaba que iba a ser mucho peor.
   Lo que me gustó mucho, fue la fuerza que me dio el Espíritu Santo, que hizo que me acercara a gente que jamás pensaba que lo haría, no había discriminación por la forma de vestir, raza u orientación sexual. Tres parejas de gays cogieron el folleto y se lo miraron, no se sintieron atacados ni nada por el estilo. Varias parejas de novios se mostraron interesados. Y fue curioso que una de ellas buscaban un local llamado La obeja negra, cuando nosotros lo que buscábamos, eran las obejas perdidas... Muchos cogieron los flyers per solo Dios sabe el fruto que dieron.
Y ya solo me queda decir, que estoy deseando repetir!!!

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