.....ANDAS INQUIETA Y NERVIOSA
Queridos hermanos y hermanas,
He estado esta semana de campamentos con cuarenta
adolescentes y jóvenes. ¡Ha sido increíble!... Si el éxito de unos campamentos se
pudiera medir por el reír, ¡¡éstos habrían sido un éxito total!! Es una cosa
que me encanta, oir reír, siempre me ha gustado. Y en los campamentos, oyes reír
a todas horas...
Hemos hecho nuevas excursiones. Hemos descubierto nuevas hondonadas
del río donde bañarnos. Hemos hecho una excursión de cincuenta kilómetros en
bici, haciendo paraditas, que acababa en la playa de S’Agaró. Hemos rezado por
la mañana, al atardecer. Hemos celebrado la eucaristía. Hemos hecho dinámicas con
contenido, han estado cuarenta y cinco minutos en silencio, pensando y rezando...
Hemos hablado de la inteligencia emocional. La inteligencia emocional nos da muchos
consejos prácticos y sencillos que nos pueden ayudar a vivir mejor, y muchos van
en línea con lo que Jesús enseña en el evangelio. Y también, hemos visto como muchos
evangelios, también el de hoy, se pueden leer en clave inteligencia emocional.
Jesús le dice a Marta: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa…”. ¿Cómo estamos? ¿Qué
sentimos? ¿Qué sentimientos habitan en nuestro corazón?... Es importante, de vez
en cuando pararnos y mirar en nuestro interior...
Jesús detecta que Marta está inquieta y nerviosa, y el evangelista
Lucas, dice que está atareada... No es bueno estar inquieto, nervioso y atareado.
¡Jesús no lo quiere!
Pienso que en este evangelio Jesús nos invita a mirar nuestro interior... ¿Cómo estamos? ¿Qué
sentimos? ¿Qué sentimientos habitan en nuestro corazón? Es cuando tengo
detectado cómo estoy, que surge la pregunta que más nos ayuda a conocernos: ¿por
qué me siento así?
Y en la respuesta detectamos un peso que hay en nuestro interior. En la primera dinámica con
los adolescentes, miramos de detectar qué peso tenían en su interior. Porque es a partir de aquí, que puedo
empezar a hacer pasos para poder superar el malestar, la inquietud, la falta de
paz. Y durante los otros días íbamos dando pistas de cómo afrontar el peso que
habían detectado... Y desde el primer momento pedíamos a Jesús que nos ayudara
a trabajar nuestro peso. Todos tenemos cosas que nos pesan en nuestro
interior...
Hace falta detectarlos, Jesús nos ayuda, hace falta
afrontarlos, Jesús nos ayuda, y hace falta trabajarlos, Jesús nos ayuda.
No podemos estar preocupados, inquietos, y atareados. ¡¡Jesús
no lo quiere!!
Muchos de nuestros pesos vienen de lo que le pasa a
Marta: hace una elección equivocada. Nuestra vida está en nuestras manos. Nos hacemos
con nuestras decisiones.
Entre escuchar a Jesús
y obsequiarlo. Marta escoge obsequiarlo. Mala elección. María ha sabido escoger
bien, ella ha escogido la parte mejor, la mejor parte. La mejor es la mejor. No
es un comparativo: “una de las buenas”, sino es un superlativo: “la mejor”.
Dice Jesús: “…andas inquieta y nerviosa con tantas
cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la
quitarán”. ¿Cuál es esta cosa necesaria, que es la mejor? Escuchar al Señor, encontrarnos con
Él, fomentar nuestra relación con Él.
Pregunta importante: ¿En nuestras elecciones, estamos
orientados a escoger la parte mejor, a Jesús?
Hoy, Jesús nos dice a nosotros: “Alba, Aina, Marc, andas
inquieto y nervioso con tantas cosas; sólo una es necesaria”. ¿Cómo resuenan
en nosotros estas palabras? Son palabras que tienen fuerza .
Ante un verano donde
recibimos mil impactos dirigidos a pasárselo bien, playa, salidas, viajes,... Hoy
recibimos un impacto de Jesús diferente: escucharlo. No son impactos excluyentes.
Pero, sí que es posible que los miles de impactos acaben ahogando lo que Jesús
nos ha dicho hoy... No podemos hacer vacaciones de la fe. Hagamos ahora un
momento de silencio donde le pidamos a Jesús que este verano escojamos la parte
mejor y nos encontremos con Él con más frecuencia.
Francesc Jordana
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