Acepta que Jesús Resucitado entre en tu vida
He aquí dos hombres con vestidos resplandecientes, que dicen: «¿Por qué
buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado» (Lc
24,5-6).
Lo que era un simple gesto, algo hecho ciertamente por amor –
el ir al sepulcro –, ahora se transforma en acontecimiento, en un evento
que cambia verdaderamente la vida.
Ya nada es como antes, no sólo en la
vida de aquellas mujeres, sino también en nuestra vida y en nuestra
historia de la humanidad.
Jesús no está muerto, ha resucitado, es el Viviente. No es simplemente que haya vuelto a vivir, sino que es la vida misma, porque es el Hijo de Dios, que es el que vive (cf. Nm 14,21-28; Dt 5,26, Jos
3,10).
Jesús ya no es del pasado, sino que vive en el presente y está
proyectado hacia el futuro, Jesús es el «hoy» eterno de Dios.
Así, la
novedad de Dios se presenta ante los ojos de las mujeres, de los
discípulos, de todos nosotros: la victoria sobre el pecado, sobre el
mal, sobre la muerte, sobre todo lo que oprime la vida, y le da un
rostro menos humano.
Y este es un mensaje para mí, para ti, querida
hermana y querido hermano. Cuántas veces tenemos necesidad de que el
Amor nos diga: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? Los
problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana tienden a que nos
encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura..., y es
ahí donde está la muerte. No busquemos ahí a Aquel que vive.
Acepta
entonces que Jesús Resucitado entre en tu vida, acógelo como amigo, con
confianza: ¡Él es la vida! Si hasta ahora has estado lejos de él, da un
pequeño paso: te acogerá con los brazos abiertos. Si eres indiferente,
acepta arriesgar: no quedarás decepcionado. Si te parece difícil
seguirlo, no tengas miedo, confía en él, ten la seguridad de que él está
cerca de ti, está contigo, y te dará la paz que buscas y la fuerza para
vivir como él quiere.
Papa Francisco, Vigilia Pascual 2013
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