Renovarse continuamente
¿Y cómo se puede hacer esto en la práctica? -se preguntó-.
Sobre todo leyendo y meditando el Evangelio todos los días, así la Palabra de Jesús estará siempre presente en nuestra vida;
además participando en la Misa dominical, donde encontramos al Señor en la comunidad, escuchando su Palabra y recibiendo la Eucaristía que nos une a Él y entre nosotros;
y luego son muy importantes para la renovación espiritual las jornadas de retiro y de ejercicios espirituales.
Papa Francisco, 31 de agosto 2014
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