Pidamos a la Virgen María que acompañe nuestro camino de fe y nuestro
compromiso de amor concreto especialmente a los necesitados, mientras invocamos
su maternal intercesión por nuestros hermanos que viven un sufrimiento en el
cuerpo o en el espíritu.
«No temas; basta que tengas fe».
Queridos hermanos,
gracias a la fe, Jesús nos hace participar en su misma
vida divina.
Que este tiempo de vacaciones sea una
oportunidad para fortalecer la fe, a través de la
oración y la caridad.
Felices vacaciones!
Benedicto XVI, 1 julio 2012
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A la hora de expresarse tengamos en cuenta la ley de la Caridad