Examinar nuestro pecado
En este tiempo de Cuaresma la Iglesia nos invita a reflexionar y
examinar nuestra limitación, nuestra debilidad, nuestro pecado. Para así
seguir convirtiéndonos al Señor.
Nuestro mundo tiene dificultad
para mirar y nombrar el pecado. Nuestra sociedad, en ocasiones, funciona
mal (sobornos, abusos, violencia...), pero muy pocas veces escucharemos
que es culpa del pecado. Trivializamos y hablamos de daños colaterales
cuando son muertos. Hablamos de desigualdad cuando hay explotación.
Por este motivo San Ignacio en los Ejercicios Espirituales nos invita a
que con la imaginación, podamos caer en la cuenta de que el pecado
margina; excluye; divide, a mí y a todos: "...Traer a la memoria todos
los pecados de la vida..." [EE, 56]
Pero es importante no olvidar que el amor y la misericordia de Dios son mayores que el pecado y que no podemos contemplar el pecado sin ir de la mano del Señor.
Pero es importante no olvidar que el amor y la misericordia de Dios son mayores que el pecado y que no podemos contemplar el pecado sin ir de la mano del Señor.
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A la hora de expresarse tengamos en cuenta la ley de la Caridad